Lágrimas de pollo
Las lágrimas de pollo, también conocidas como tiras de pollo crujiente, son un clásico que nunca falla en la cocina. Esta receta es ideal tanto para servir de aperitivo en una comida informal como para sorprender a los más pequeños con un bocado crujiente y sabroso. Su nombre hace referencia a la forma alargada del pollo, pero su sabor es lo que realmente conquista. Con un rebozado perfecto, dorado y especiado, estas lágrimas de pollo se cocinan en pocos minutos y se disfrutan con cualquier salsa de acompañamiento. Una opción versátil y deliciosa para cualquier ocasión.
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo
- 2 dientes de ajo
- 1 huevo
- 100 g de pan rallado
- 100 g de harina
- Limón
- Perejil
- Pimienta negra
- Sal
- Aceite
Preparación
- Cortar las pechugas de pollo en tiras de tamaño similar. Reservar.
- Pelar y picar bien los dientes de ajo. Reservar.
- Picar bien un poco de perejil. Reservar.
- En un plato, mezclar el pan rallado con un poco de sal y pimienta negra. En otro plato, batir el huevo y en un tercer plato, colocar la harina.
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En un bol, verter el aceite de oliva, el ajo, una cucharadita de perejil picado y unas gotas de limón. Echar las tiras de pollo y remover para que se impregnen bien. Dejar macerar durante 50-60 minutos en la nevera.
- Sacar las tiras de pollo del macerado y dejar escurrir. Pasar cada tira por la harina, sacudiendo el exceso. A continuación, sumergirla en el huevo batido. Finalmente, cubrirla bien con la mezcla de pan rallado.
- En una sartén, calentar el aceite a fuego medio-alto. Freír las tiras de pollo durante 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes.
- Sacar las tiras de pollo y colocarlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Consejo:
Para garantizar que las tiras de pollo queden extra crujientes, conviene, una vez rebozadas, dejarlas reposar durante 10-15 minutos antes de freírlas. Esto ayuda a que el empanado se adhiera mejor al pollo, evitando que se despegue durante la cocción y logrando una textura más crujiente.
Sugerencia:
Se pueden acompañar de cualquier salsa (barbacoa, ketchup, mayonesa, etc.), pero combinan especialmente bien con la salsa de mostaza y miel. Esta salsa aporta un equilibrio perfecto entre el dulzor de la miel y el toque fuerte de la mostaza, realzando el sabor de las lágrimas de pollo.
