Nutrición

Pirámide alimenticia

Pirámide alimenticia

La pirámide alimenticia es una guía visual propuesta para servir de ayuda en la elaboración de una dieta equilibrada. Los alimentos representados en la cima son los que deben consumirse en menor cantidad y los que están cerca de la base son los que se deben consumir con mayor frecuencia y en cantidades mayores. A continuación se detalla más información de los distintos grupos representados en la pirámide:

Leche y derivados

Son los llamados alimentos protectores y son imprescindibles en nuestra dieta, ya que aportan una alta dosis de proteínas completas y son la fuente más importante de calcio que hay. Para los niños es fundamental, puesto que les ayuda en el crecimiento. También lo es para los adultos, ya que sin este grupo alimenticio los huesos se resienten de manera considerable, el desgaste es mayor y la fatiga no tarda en aparecer. En cuanto a las personas que padecen problemas de colesterol, es recomendable que tomen estos productos desnatados.

Carne, pescado y huevos

Son fuente de proteínas de alto valor biológico y de hierro, por lo que los beneficios en nuestro cuerpo son muy altos. La carne roja o blanca es la que se recomienda consumir en nuestra dieta, aunque no conviene abusar, ya que siempre contiene grasas saturadas. Los huevos también son básicos en la dieta, pero siempre hay que consumirlos con moderación. Respecto al pescado, prácticamente todo son beneficios y se pueden consumir tanto blancos como azules.

Verduras y frutas

Este grupo aporta una gran cantidad de vitamina A y C, fibra y sustancias minerales, como el potasio, el magnesio o el hierro. Respecto a las verduras, cabe destacar que las más beneficiosas para nuestro organismo son las verdes, las cuales conviene consumir frescas. En cuanto a las frutas, cabe resaltar que las ácidas son las que mayor cantidad de vitamina C poseen. Por ello, son fundamentales algunas frutas como la naranja, el limón, las fresas o el pomelo.

Alimentos feculentos y azucarados

Son la fuente principal de hidratos de carbono y fibra, incluso pueden aportar vitamina B, como las legumbres y los cereales, y vitamina C, como la patata. En este grupo se engloban alimentos como la pasta, el arroz, la harina, el maíz, el pan o las legumbres, pero también los pertenecientes a los azucarados, de los que cabe no abusar, como el chocolate, el propio azúcar o diferentes frutos secos.

Materias grasas

Aunque, en general, debe evitarse el consumo de grasas, aportan grandes valores energéticos, vitaminas liposolubles y ácidos grasos fundamentales. Por tanto, es necesario consumirlas, pero siempre de manera equilibrada. Productos que se engloban en este grupo son la mantequilla, la margarina o el aceite (recomendable consumirlo de oliva para un correcto mantenimiento de la dieta).

Bebidas

El agua es el único líquido imprescindible en nuestro organismo. Aún así, es beneficioso consumir zumos de frutas, puesto que nos aportan vitaminas. También se puede consumir café o té, pero siempre en pequeñas dosis, ya que nos proporcionan energía y estimulan las funciones cerebrales. Un alto consumo puede crear dependencia, por lo que no es recomendable, como tampoco lo es el alcohol, que tiene que estar fuera de nuestra dieta habitual (si se consume debe ser siempre con moderación).