Pavlova de mango y kiwi
La Pavlova es un tipo de postre de origen neozelandés denominado así en honor a la famosa bailarina rusa Anna Pávlova. Dicen que la bailarina visitó Nueva Zelanda y en su honor surgió este postre, homenajeándola con su nombre. Es un pastel crujiente por fuera y muy cremoso y ligero por dentro. Consiste en una base de merengue sobre la cual se pone nata y trozos de fruta. Esta pavlova de mango combina perfectamente con el sabor de la nata y el kiwi.
Ingredientes
- 1 mango
- 1 kiwi
- 6 claras de huevo
- 325 g de azúcar glass
- 25 g de harina de maíz (Maizena)
- 1 cucharada de vinagre de vino blanco
- 1 cucharada de aroma de vainilla
- 350 ml de nata para montar
- 80 g de azúcar
- 40 g de pistachos
- 25 g de almendra laminada
- 50 g de almendra crocanti
Preparación
- Picar bien los pistachos. Reservar.
- Precalentar el horno a 130º C, calor arriba y abajo.
- En un bol, batir las claras de huevo. A medio montar, añadir la mitad del azúcar glass. Seguir batiendo.
- Cuando esté casi montado el merengue, añadir el resto del azúcar glass, la harina de maíz, el aroma de vainilla y la cucharada de vinagre. Terminar de montar y reservar.
- Dibujar con un lápiz una circunferencia de unos 24 cm de diámetro sobre papel vegetal, darle la vuelta y colocarlo en una bandeja de horno.
- Distribuir el merengue por la circunferencia dibujada, ocupando todo, a modo de montaña. Realizar un hueco en el centro.
- Verter por encima el pistacho picado, la almendra crocanti y la almendra laminada.
- Hornear durante 90 minutos, aproximadamente.
- Apagar el horno y dejar dentro unos minutos más.
- En otro bol, montar la nata con el azúcar.
- Sacar el merengue seco del horno y dejar enfriar unos minutos.
- Verter la nata montada en el hueco realizado en el merengue. Extender bien hasta cubrir toda la superficie.
- Pelar y cortar el mango y el kiwi en trozos. Colocar encima de la nata.
Nota:
La temperatura y el tiempo de horneado puede variar ligeramente dependiendo del horno.
Consejo:
Para montar bien el merengue conviene que las claras estén a temperatura ambiente.
Para montar bien la nata es necesario que esté fría.
Sugerencia:
Se puede reservar parte de los pistachos y almendras para decorar por encima la pavlova una vez finalizada.